MERCOSUR: INTENTO DE ACUERDO QUE NO ES
Mercosur: “una jaula”, un “barco a la deriva”, un tratado de “vieja generación”.
MAXIMILIANO MONTAUTTI
Coinciden en que el país debe acercarse a otros bloques comerciales.
Un barco a la deriva. Una jaula. Un acuerdo de vieja generación. Esos fueron algunos de los calificativos que cuatro expertos le destinaron al Mercosur. Además, marcaron que Uruguay debe tener una mayor inserción internacional y alcanzar acuerdos de otro tipo, incluso jugando —si fuera necesario— al “borde del reglamento”.
“El Mercosur es una jaula; no tiene vínculo con el planeta tierra, está cerrado al mundo”, afirmó ayer el economista y socio de CPA Ferrere, Gabriel Oddone, durante un evento organizado por el Centro de Estudio para el Desarrollo (CED) que llevó por nombre “¿Qué hacemos con el Mercosur? La inserción de Uruguay en debate”. Junto a Oddone participaron el director del Centro de Economía, Sociedad y Empresa del IEEM, Ignacio Munyo; el socio de Deloitte, Pablo Rosselli y el experto en Comercio Internacional de la Facultad de Ciencias Sociales, Marcel Vaillant.
Oddone sostuvo que el bloque regional tiene en la actualidad un gran problema de liderazgo y una realidad de asimetrías entre sus socios que le impiden avanzar.
Añadió que Uruguay pasó mucho tiempo en “la jaula del Mercosur” y debe aprovechar ahora que el bloque regional se encuentra en un “limbo” para avanzar hacia una mayor inserción internacional.
“¿Acaso alguien piensa que nos van a expulsar del Mercosur por intentar ingresar a la Alianza del Pacífico?”, preguntó Oddone y añadió que eso no pasaría más allá que la situación friccionaría las relaciones entre los países miembros. Y por eso y a sabiendas que negociar un ingreso al bloque del Pacífico no generaría una expulsión fue que llamó a “jugar al borde del reglamento” si fuera necesario.
A su turno, Munyo comparó al Mercosur con un “barco a la deriva que se está hundiendo”.
Ante eso, marcó la necesidad de que Uruguay se aproxime a otros bloques en búsqueda de acuerdos comerciales y en ese sentido indicó que la firma del tratado de última generación con Chile será “útil como entrenamiento y aprendizaje valioso”.
Además, señaló que esos acuerdos con otros bloques no solo permitirían el acceso a nuevos mercados; también tendrían sus beneficios para la importación de insumos y bienes de mayor calidad.
Además, recordó que este año se encaminaron las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) que culminarían con la firma de un acuerdo comercial.
A mediados de año, negociadores de ambos bloquees intercambiaron una primer oferta de productos que podrían ingresar en los países miembros sin el pago de aranceles.
Sin embargo, para Munyo, la novedad que hubo para el bloque sudamericano fue la excepción de la carne en ese primer intercambio de ofertas luego de la presión de productores agropecuarios de Francia.
Por su parte, Rosselli expresó que es “imperativo” que Uruguay busque una mayor inserción internacional. Coincidió con Oddone en que el Mercosur es una jaula donde por si fuera poco hubo poco crecimiento. “En muchos lugares hay emergentes creciendo más que el Mercosur”, sostuvo.
En otro orden calificó al bloque como un acuerdo de “vieja generación” y sostuvo que es diferente la importancia que los países miembros le dan al bloque regional.
Allí, señaló que a Brasil le “importa poco”, mientras que a Paraguay le importa más, seguido de Uruguay y luego Argentina. Y por ese motivo —la diferente importancia que tiene el bloque para los socios— es que debería permitirse que los países pudieran avanzar hacia otros acuerdos en velocidades diferentes.
“No tenemos que quedarnos esperando que Brasil nos dé permiso. La pelota está en nuestra cancha”, aseguró Rosselli.
Afuera.
“¿Qué hacemos con el Mercosur? Nada”. Así comenzó su disertación Vaillant. El experto en asuntos internacionales señaló luego cuáles son las urgencias y los desafíos de Uruguay para mejorar su inserción internacional.
Expresó que la restricción más grande de Uruguay es el acceso a los mercados. “Nosotros vendemos productos que están terriblemente distorsionados en el mercado internacional; son la canasta de productos más protegida del planeta”, dijo.
En ese sentido, agregó que esa canasta se está liberalizando entre “países que son complementarios nuestros, es decir que compran lo que vendemos, con países que son rivales nuestros, que venden lo que nosotros vendemos. Entonces, de manera gradual nos vamos a ir quedando afuera de los mercados”.
Agregó que se han hecho esfuerzos, pero, por ejemplo, la carne llega a algunas fronteras y debe pagar entre 20% y 30% de aranceles. “Mientras, la carne de Nueva Zelandia o Australia paga cero arancel. Entonces, es muy simple: no vamos a entrar. Esto ya nos pasó con otros sectores”, dijo.
Por eso, el país “tiene que construir una canasta realista de acuerdos con países que compren lo que nosotros vendemos; esto es un tema central”, manifestó Vaillant. Sostuvo que Uruguay debe profundizar su relación con la Alianza del Pacífico y también cerrar acuerdos comerciales con países asiáticos, como Corea o China.
Tratados bilaterales: ¿sí o no?
Dentro de una coincidencia general sobre la inserción internacional y la necesidad de que Uruguay se acerque a otros bloques comerciales, hubo un matiz entre los participantes del evento.
Oddone afirmó que en la actualidad ya “no hay más acuerdos bilaterales; no hay ningún país golpeando la puerta de Uruguay para firmar tratados”, en referencia al fallido TLC con Estados Unidos que no prosperó hace 10 años.
A su turno, Rosselli señaló que Oddone había sido demasiado enfático en su afirmación.
Luego, Vaillant, tampoco coincidió con el socio de CPA Ferrere. “No estoy de acuerdo en que la agenda de acuerdos bilaterales se terminó; no es lo que muestra la evidencia empírica de los últimos años”, manifestó el experto en asuntos internacionales.