Proponen alquilar apartamentos a través de la plataforma y sumarle servicios de hotelería, y plantear una oferta más autóctona y descontracturada.
Durante enero de 2016 llegaron a Uruguay 20% más turistas que en igual mes del año pasado. Sin embargo, los hoteleros de Punta del Este acusaron una baja en la ocupación, como consecuencia, según dijeron, de las plataformas para alquilar propiedades en internet, como Airbnb.
Tal es la dimensión de esta plataforma que el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Uruguay (AHRU), Juan Martínez, dijo que, según estiman, Airbnb cuenta con 4.500 camas en Maldonado y otras 2.500 en Montevideo, mientras que la hotelería posee 12.000 en cada departamento.
El Observador intentó ponerse en contacto con esta compañía pero no obtuvo respuesta. En noviembre de 2015 Airbnb dijo a Café & Negocios que contaba con 3.200 alojamientos –entre casas completas y habitaciones– de los cuales 1.700 están en Maldonado y 900 en Montevideo.
A diferencia de la patronal del taxi, que pide que Uber se vaya del país, los hoteleros asumen que a este tipo de intermediación digital “vino para quedarse”, y mientras insisten en que esta plataforma pague los impuestos correspondientes (ver apunte), comienzan a trabajar en una estrategia para competir con el gigante tecnológico.
Ofrecer apartamentos en la plataforma y sumarle algunos servicios hoteleros, cadenas con una estética más autóctona y menos estandarizada, y tener productos más “descontracturados”, son algunas de las propuestas que según Martínez podría analizar la hotelería a nivel local.
Cambiar la propuesta
Para el gerente general de Sheraton Montevideo Hotel, Pablo Pesce, “el consumidor de Airbnb es alguien a quien le gusta sentirse parte de una comunidad específica, en donde compartir información personal, experiencias, recomendaciones y evaluaciones”.
A este “nuevo público” de entre 25 y 40 años “no necesariamente les acomoda el servicio hotelero más tradicional” sino que busca “menos servicios y mucha más conectividad, tanto tecnológica como social, dentro y fuera del hotel”.
Como respuesta a esta realidad, Starwood a nivel mundial lanzó su cadena Aloft, una marca pensada para este público más joven, con un diseño más “trendy”, más casual, muy enfocado en lo tecnológico y en donde la actividad social es parte fundamental de la cultura de la marca, indicó el ejecutivo.
Actualmente está en construcción un hotel de 110 habitaciones de esta nueva marca en la zona de Punta Carretas.
El hotel, cuya obra finalizará en un año, cuenta con salas de reuniones y espacios de co-working con tecnología de última generación y un gran espacio cerrado en la terraza, para realizar todo tipo de actividades sociales y empresariales.
Además, el área del lobby del hotel, es un gran espacio común, donde habrá un DJ en vivo diariamente para que los huéspedes se puedan relacionar entre sí, indicó Pesce.
Por su parte, el recientemente inaugurado Hyatt Centric (Rambla República del Perú 1479) es la apuesta más autóctona de la cadena Hyatt con la que se propone “capturar la cultura montevideana”.
Pisos y una claraboya que recuerdan a los patios coloniales de la Ciudad Vieja, obras de artistas uruguayos por donde se mire, salas de eventos con los nombres de poetisas como Juana de Ibarbourou y Delmira Agustini.
Para el vicepresidente regional de ventas y marketing de Hoteles Hyatt, Álvaro Valeriani, “este es sin dudas uno de los momentos más importantes para la industria Hotelera, con cambios que afectan el mercado global de la industria”. El ejecutivo dijo creer que todavía Aribnb tiene un concepto bien segmentado de clientes, que “busca la sensación de ser parte de la comunidad de una forma intrínseca” y que cuando viaja se pregunta: “¿Cómo sería vivir aquí?”.
Por esta razón tiene un mercado objetivo bien claro y segmentado, que no necesariamente desplaza o reemplaza la experiencia de los hoteles” sino que es “un complemento”, y que esto refleja más un cambio de comportamiento del consumidor que un sustituto de los hoteles.
Tras “haber escuchado a los consumidores”, según Valeriani, la marca Centric apunta a un cliente que busca una alternativa hotelera con “conexión con lo local, con lo autóctono, no de lugares turísticos, sino donde viven los locales”. “Nuestros colegas en el Hyatt Centric Montevideo están preparados para invitar a nuestros visitantes a la exploración urbana, a conocer esos rincones que solo los Montevideanos conocemos”, explicó el ejecutivo.
Hoteles temáticos
Hoteles temáticos como el My Suites Hotel que apunta a los amantes del vino, o el Ibis Style, cuya propuesta gira en torno al cine –todavía en construcción–, son ejemplos de dos formas de hotelería no tradicional en Montevideo.
El primero, según indicó su gerente general, Mónica Rossi, ya ofrece habitaciones a través de Airbnb de la misma forma que se vende a través de Booking.com y otras plataformas. “Si no puedes con el enemigo tenés que unirte a él”, aseguró Rossi, aunque admitió que hasta ahora no han logrado alquilar a través de la plataforma porque su precio es más elevado que el de la oferta alrededor del hotel.
Rossi explicó que quienes alquilan una habitación a través de Airbnb no acceden a la cata de vinos que reciben los otros huéspedes, ni tampoco a desayuno incluido.
Por su parte, el director de Atijas Casal, Vitto Atijas, quien está detrás del proyecto Ibis Style, destacó que la elección por un hotel temático es una forma de competir con la variada oferta de alojamiento presente en la zona de Villa Biarritz, que en los últimos años “se ha consolidado como un polo hotelero”.
En los alrededores de 21 de Setiembre y Ellauri hay más de 20 anuncios de alojamiento de Airbnb. Sin embargo, para Atijas, cuya empresa se especializó en el desarrollo de emprendimientos hoteleros en los últimos años, “no se puede ignorar que para estadías más prolongadas los turistas buscan un acomodo que les resulte más barato que el de un hotel, aunque tampoco reciben los servicios resueltos como en un hotel, por lo que se trata de una competencia entre dos productos diferentes entre sí”, opinó. “El que viene por dos o tres días viene a un hotel; es lo más conveniente”, concluyó Atijas.
Una ley para Airbnb
Además de “aportar ideas” al proyecto de ley que permite regular las aplicaciones como Uber y Airbnb, la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Uruguay (AHRU) ha organizado eventos para definir estrategias para competir con esta nueva plataforma. En abril se realizó en Uruguay el Congreso Iberoamericano de Turismo, en el que se definió no ir en contra de las aplicaciones, sino someterlas a derecho. Además, la semana pasada en la ExpoHotel, el presidente de Young & Rubicam, Álvaro Moré, dio una conferencia sobre la disrupción que suponen estos servicios para el turismo.