EL CHOQUE ENTRE BANCOS, UBER FINANCIEROS Y LAVADO DE DINERO

DEBATE SOBRE REGULACIÓN
El Banco Central adaptará normativa para nuevas plataformas financieras.
José María Roldán planteó que las nuevas tecnologías competirán con los bancos en “nichos donde hay rentabilidad”. 
MATHÍAS DA SILVA – 01 jul 2016



El avance de las nuevas tecnologías de economía colaborativa que conectan ahorristas con personas que necesitan capital —los denominados “Uber financieros”, préstamos entre pares— no pasa desapercibido para los actores del sistema financiero, que debatieron sobre su regulación y los riesgos que trae la actividad. La otra discusión es el impulso que los bancos le dan a la banca por Internet y cómo eso se contradice con la normativa para evitar el lavado de activos.

Eso se impuso ayer en el seminario titulado “Estabilidad, desarrollo y perspectivas del sector financiero regional” organizado por el Banco Central (BCU) y la Asociación de Bancos Privados (ABPU).

El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, resumió la postura del sector frente a las nuevas tecnologías: “Estamos dispuestos a competir pero queremos que a misma actividad, misma regulación”. Al respecto, señaló que los problemas normativos se presentan porque “regulamos entidades y no actividades”.

Pero, el presidente del BCU, Mario Bergara, matizó la solicitud de Roldán y planteó que la regulación debe basarse en los riesgos de la actividad. Por tanto si los bancos y los Uber financieros “asumen los mismos riesgos, deben tener similar carga regulatoria”, detalló.

Bergara expresó que las nuevas tecnologías hacen que se retome “un dilema histórico: innovación versus seguridad”.

Explicó que por un lado aparecen las nuevas plataformas de economía colaborativa que “son buenas noticias para la sociedad porque reducen costos y mejoran el bienestar”, pero también traen consigo “riesgos y la perspectiva regulatoria tiene que priorizar el control de esos riesgos”.
Ante esta disyuntiva, el titular del BCU sostuvo que se plantea el desafío de comprender “la naturaleza de las transacciones” vinculadas a las nuevas tecnologías, para identificar los riesgos asociados y resolver “qué adaptaciones al marco normativo o regulatorio son necesarias”.

“El tema es que hay un proceso muy veloz, uno no puede tomarse unos años para estudiar y analizar esto. Debemos estar rápidamente a tiro con la compresión de las nuevas plataformas para tener la reacción regulatoria adecuada en tiempo y forma”, manifestó Bergara.

En la misma línea, el superintendente de Bancos e Instituciones Financieras del Banco Central de Chile, Eric Parrado, expresó que “el innovador corre más rápido que el regulador, por lo que el desafío es entender a las nuevas tecnologías”.

También el economista de CPA Ferrere, Gabriel Oddone, durante su presentación se refirió al avance de las nuevas tecnologías a nivel financiero y analizó que provocan “un cambio sustancial en el esquema de negocios, atomizando casi hasta el infinito a oferentes y demandantes”.

A su vez, expuso algunas interrogantes que se plantean ante estos cambios: cuál será la reacción de los bancos (solo verán el fenómeno, competirán o colaborarán) y cómo reaccionarán los organismos reguladores.

Sobre esto último, Oddone se preguntó “si estamos yendo hacia una regulación global unificada”, en referencia a las nuevas normas antilavado de activos, que obligan a los bancos y otros agentes a reportar actividades sospechosas.

Sobre esta regulación, el director ejecutivo de la ABPU, Jorge Ottavianelli, dijo que es “contradictoria” con el avance de las nuevas tecnologías y la banca digital. Explicó que la legislación impone “conocer al cliente”, pero por los avances tecnológicos los bancos “no ven” a los individuos ya que cada vez es menos la atención física en oficinas o sucursales.

Además, Ottavianelli (exsuperintendente de Servicios Financieros del BCU) planteó que la incursión de la banca digital generará a futuro “un sistema con mucha menos fidelidad del cliente”. Mientras que Roldán advirtió que la economía colaborativa provocará “muchos competidores pequeños en nichos donde hay rentabilidad”.

De cara a esa futura competencia, varios de los expositores plantearon como un elemento a favor de las instituciones financieras que cuentan con la confianza de la gente, algo que las nuevas plataformas aún deben generar.

Otro punto que tocó Ottavianelli fue el proceso de inclusión financiera en Uruguay y pidió que los costos de esta transformación “no caigan solamente en los bancos”, que deben brindar servicios a nuevos clientes de forma gratuita e incorporar productos sin la rentabilidad adecuada.

Rentabilidad.

Roldán expuso que luego de la crisis internacional de los mercados en 2008 “el entorno para los negocios es distinto que antes” y la rentabilidad pasó a ser el eje central que toman en cuenta las matrices financieras para mantener o no abierta una sucursal.

Indicó que actualmente la rentabilidad de los bancos internacionales está en el entorno del 5%, lo que “no es suficiente para mantener a los accionistas”.

Entonces, analizó que pese a que “no volveremos a tener rentabilidades de 20%” como previo a la crisis, se debe fijar un objetivo equilibradamente ambicioso como llegar a tasas de ganancias del 10%.

El presidente de la Asociación Española de Banca explicó que la menor rentabilidad es producto del aumento de los requerimientos de capital de los organismos reguladores, las bajas tasas de interés y “la costumbre” de no cobrar comisiones por la prestación de servicios financieros.

“Se debe pasar a un modelo donde al cliente se le cobre, aunque es una transformación difícil”, expresó Roldán.

A pesar de las dificultades planteadas para el sector financiero por las nuevas tecnologías y la baja rentabilidad, Ottavianelli recordó que el negocio “tiene más de 7.000 años, es anterior al dinero incluso y seguramente encontrará la forma de hacerse un lugar”.

¿Ir al dentista o al banco?

El español José María Roldán dijo que los clientes “reclaman una manera distinta de operar” a los bancos, con mayor facilidad para realizar trámites por Internet. En esa línea, comentó que en España se realizó una encuesta entre millennials —generaciones nacidas entre 1980 y 2000— donde “se les preguntó si prefieren ir al dentista o al banco y se imaginarán la respuesta, mi único consuelo es que todavía no conozcan el dentista porque son jóvenes y tienen la dentadura sana”, bromeó. Pero remarcó que este fenómeno no es exclusivo de los jóvenes, sino que “en todos los segmentos cada vez la penetración de la operativa por Internet es más grande”. Roldán marcó como un desafío “hacer más atractiva la experiencia del usuario” en la web, porque “cualquier aplicación tecnológica es mejor (en diseño y navegabilidad) cuando no es financiera que cuando lo es”.

FUENTE -> http://www.elpais.com.uy/economia/finanzas/choque-bancos-uber-financieros-lavado.html