ECONOMÍA Y EMPRESAS RECOMENDACIONES
Que la visita de los inspectores de Impositiva no tome a la empresa por sorpresa es el consejo de la socia de EY, Marta Roca
Recibir una inspección de la Dirección General Impositiva (DGI) puede ser uno de los mayores motivos de estrés en la vida de una empresa. Por eso, el consejo de una experta como la Tax Managing partner de EY Uruguay, Marta Roca, es prepararse para cuando ocurra. Esta temática despertó gran interés recientemente cuando Roca expuso en las Primeras Jornadas de Actualización Tributaria de Montevideo, organizadas por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) con el apoyo de EY.
“Cuando se tiene al inspector adentro de la empresa, ya se está nervioso. El fisco te pone plazos. Y si no se tiene lo que se pide, hay que generarlo. Además hay un tema sicológico: cuando el inspector pide algo y se lo dan en el momento, se lo predispone a que esa compañía tiene las cosas prolijas. En cambio, si se pide algo y sale todo el mundo desesperado a buscarlo, como le pasaría a cualquiera, se lo predispone a preguntarse por qué no lo tienen, por qué demoran tanto. De repente, la empresa tiene todo perfecto pero ya empezó perdiendo dos a cero”, explicó Roca en un diálogo posterior con Café y Negocios.
A Roca le ha tocado presenciar inspecciones en los que claramente el contribuyente no está preparado, y con nerviosismo se empieza a preocupar de cuestiones que debería haber previsto.
Comentó que las inspecciones se están haciendo rutina. “El mundo está cambiando y Uruguay no está ajeno. Se está yendo a una transparencia en la cual la información fluye, está al alcance de todos, y más de la DGI”, apuntó.
De cajón
Una de las primeras cosas que se solicitan en una inspección son los libros diarios e inventario, y es muy frecuente que las empresas no los tengan actualizados. “Es algo muy básico como tener la contabilidad formal al día. El hecho de tener contabilidad suficiente y demostrarlo implica que el fisco va a tener que discutirla pero no ir a ratios o índices. Una de las potestades del fisco es que si la contabilidad no es suficiente, establece índice (en base a la información del giro). Es importante tener los libros al día”, resaltó.
Otro punto que sobresale es el inventario. La DGI tiene la potestad de llegar a un universo a través de muestreos, lo que significa que si comprueba una diferencia en una muestra, lo puede extrapolar a todo el inventario. “Si hace una muestra de un producto y no puede seguir el rastro de la existencia inicial, las compras, las ventas y la existencia final, y ese producto es un 10% lo generaliza para el resto del inventario y determina un monto de impuesto a pagar”, amplió Roca. La recomendación en este caso es contar con un buen control del inventario, para aquellas empresas que lo tengan como un componente importante de su activo.
Cooperación y formalidades
Otro consejo frecuente es que –”por seguridad de las partes”– toda la información solicitada se brinde en algún soporte que no pueda ser modificado,y que en las inspecciones, siempre se documente a través de actas todo lo que se dice.
“Si después se quiere discutir alguno de los criterios del fisco (el acta) es un elemento de prueba. Siempre se considera que el acta es interés del fisco, pero debería ser de interés del contribuyente también. Se trata de algo objetivo y sobre esa base se está haciendo la inspección”, apuntó Roca.
La DGI solicita la información en determinado plazo, y si no se cumple tiene la potestad de suspender el certificado único de la empresa, que puede implicar una parálisis de la actividad de la empresa. Roca recomienda que se deje establecido en acta si el plazo es muy corto y si la empresa solicita una prorroga. “Cuando no se llega, hay que pedir una prórroga por escrito para que quede constancia que hubo buena voluntad. Siempre es importante demostrar que hubo cooperación”, instó.
La experta también aconseja tener presente la importancia de las formalidades. “En Uruguay muchas veces se olvida. Hay formalidades bastante estrictas. Por ejemplo el no dar una factura, o cuando se tiene traslado de mercaderías que siempre se acompañe por un remito o una factura. Parece un tema menor, pero hay empresas que no hacen remitos para acompañar la mercadería. Si el fisco, durante una inspección, ve un camión de la empresa que va saliendo con mercadería que va sin documentación, puede ser considerada una posible venta negra”, alertó.
En el ejemplo planteado por Roca, los inspectores de la DGI pueden entender que no está asegurada la integridad de las operaciones de la empresa, y tienen la potestad de clausurar el negocio (la primera vez por hasta seis días). Aquí entra un juego un tema reputacional, que para Roca no es nada menor.: “ponen todas esas cintas y carteles, y reputacionalmente es un daño para la empresa que quizás no se materialice en dinero”.